viernes, 1 de mayo de 2015

El Secreto de los Calzones Mágicos

Federico abrió su regalo de cumpleaños.

- ¿Unos calzoncillos? ¡Menuda mierda de regalo!

- No son calzoncillos - le explicó su abuela- son calzones.

- Pues calzones o calzoncillos... ¡Una mierda de regalo!

Mientras tanto, en un mundo paralelo al nuestro...

Federico abrió su regalo de cumpleaños.

- ¡¡¡Calzoncillos mágicos!!!

- No, Federico... ¡Calzones mágicos!

- Los calzones mágicos me han hablado, tengo que salvar a alguien, le apresa un terrible mal.

Cruzó una odisea de brujas, ogros, dragones y demonios hasta llegar al calabozo donde lloraba aquel a quien debía liberar, introdujo sus manos entre los barrotes de la celda...

... Al otro lado de la barrera invisible que separaba ambos mundos de aquel multiverso...

Federico escuchó su propia voz que le susurraba:

- Tranquilo amigo mío, he venido a salvarte, ponte los calzones mágicos, dale las gracias a tu abuela y besa su mejilla tres veces, te lo prometo, los calzones mágicos me han vuelto a hablar, haz lo que te digo, solo así, de tu mazmorra, podrás escapar.

Fin

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